LA ACTIVIDAD AUTÓNOMA Y EL JUEGO LIBRE
ACTIVIDAD AUTÓNOMA
El recorrido
hacia la actividad autónoma se inicia desde este impulso epistémico. Su motor
es la acción -con una buena carga de iniciativas y deseos- enriquecida por sus
competencias y favorecidas por un ambiente facilitador y habilitante
proporcionado por el adulto.
EL JUEGO:
Es representar, (re-presentar= volver a
presentar), es también, volver a hacer presente algo que fue vivido con
intensidad, es un re – presentar los momentos importantes que se viven en la
vida cotidiana. Por ejemplo: el momento de la comida, del cambio de ropa, de
bañarse, de acompañar a los padres en las actividades cotidianas (ir a la
chacra, pastear, comprar, vender, etc.).
Por ejemplo:
Ante el temor de ser atrapado, el niño crea un juego en el que con mucho placer
logra escaparse de quien lo atrapa. Cuando se trata de un niño pequeño, entre
los 2 a 3 años, el juego puede dejar de ser juego, y el niño pasa de estar muy
alegre a una emoción de mucha angustia que le provoca el llanto. Es decir, todo
anda bien si se trata de una situación “como sí”, mientras que no lo atrapen,
pero al ser atrapado el juego inicial se transforma en realidad y aparece la
angustia que desencadena el llanto.
CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DEL JUEGO:
- Provoca placer.
- Nace espontáneamente.
- Permite desplegar la iniciativa.
- Satisface deseos y necesidades propias.
- Emerge del propio impulso por conocer y descubrir.
- Se enriquece en un ambiente de confianza y libertad
¿CÓMO FAVORECEN LA ACTIVIDAD AUTÓNOMA Y EL JUEGO EL
DESARROLLO Y LOS APRENDIZAJES?
La actividad
autónoma y el juego libre brindan la oportunidad de:
- · Apropiarse instrumentalmente del aprendizaje.
- · Desarrollar el pensamiento lógico matemático.
- · Desarrollar el pensamiento que genera la lectura.
- · Desarrollo motor hacia la escritura.
- · Ayuda a fortalecer la etapa psicomotriz.
Comentarios
Publicar un comentario